Se escribió un capitulo más en la vida política de México, un capitulo más de lágrimas y risas. La escena estaba preparada de antemano, los acuerdos previos se habían dado para que se llevara acabo el acto protocolario, si no de dar lectura integra del Informe de Gobierno por lo menos la entrada de Felipe Calderón al Recinto.
Muchas y variadas son las lecturas que se le pueden dar de lo que ocurrió el día Primero de Septiembre en el Congreso de la Unión. Por segunda vez en la historia de México no se le permite a un presidente leer su Informe ante la máxima Tribuna de la Nación. Es momento de hacer un recuento de lo que aconteció el pasado sábado; es tiempo de llevar acabo las Reformas necesarias a nuestras instituciones las cuales ya no responden a la vida política del país.
Como siempre, nuestra “ilustre” clase política se pierde en un debate soso, en un debate sin contenido, un debate de forma y no de fondo. Durante los últimos días que antecedieron al primero de septiembre, el debate de los perredistas fue sobre el dejar o no subir a la Tribuna y leer el Informe a Calderón; el debate se enfrasco en la banalidad y soberbia de responderle a SU “presidente legítimo” y no a la sociedad que voto por ellos.
Muchos son los errores del perredismo en la historia de su vida como partido de izquierda, donde se han visto envueltos en pugnas internas (las denominas tribus), donde la izquierda a la cual dicen representar se a perdido por ser actores principales de espectáculos que degradan y humillan a la sociedad. Cuando en la semana fue nombrada como presidente de la Mesa Directiva, la perredista Ruth Zavaleta; ella declaro que iba a cumpliría con su obligación constitucional; inmediatamente fue censurada por el reaccionario de Gerardo Fernández Noroña. A este grado de intolerancia se puede llegar a ser. Como partido de izquierda se supone, que se debe tener respeto a las diferentes maneras de pensar. Pero no es así, todos lo sabemos y no solo en el PRD se da la cacería de brujas de quienes piensan diferente. Ya que si piensas diferente a lo preestablecido eres catalogado como un enemigo, serás un “peligro” para el statu quo.
El pacto entre PAN y el PRD para dejar entrar al Presidente Calderón fue un revanchismo al “fraude” electoral del 2006; pues la Reforma electoral que se esta debatiendo en el Congreso va en dirección de quitar a los Consejeros Electorales que conforman el IFE, entre ellos obvio está; Luis Carlos Ugalde. EL pacto del silencio en el Congreso es una contradicción en si misma, ya que es allí, en el Congreso donde se deben de dar los debates; debates con ideas, con sustento. El que el PRD y el PT abandonaran el Recinto Legislativo, fue un error pues dejaron que aun a pesar de los pocos minutos que duro el “informe”, la envestidura del Presidente fue la que domino la escena.
El debate sobre los errores y aciertos de la administración calderonista lo dejaron de lado, por intereses “personales”, la oportunidad de cuestionar y pedir cuentas al primer mandatario del país sobre las violaciones a los derechos humanos, sobre el desempleo y la militarización del país; simplemente no lo hubo, pero lo dejaron en segundo término. Es una verdadera lástima como se rasgan las vestiduras por defender lo que para los perredistas es su “presidente legitimo” y no son capaces de defender a aquellos que les dieron la “legitimidad”; la ciudadanía. El debate debió de haberse dado y no digo un debate de barrio, sino un debate con sustento, un debate con una crítica que construye. Les gano a nuestros políticos, otra vez el espectáculo, el auto elogio, la apariencia, los reflectores…
La televisión abierta (Televisa y TV Azteca) hicieron lo suyo, es una verdadera vergüenza es reprochable el que hayan sacado del aire la transmisión de lo que ocurría en el Congreso, justo en el momento en que la presidente de la Mesa Directiva leía su discurso del porque no permanecería en el Recinto. Las televisoras responden a intereses políticos, como a intereses en pro de sus altos directivos. Llevando la basura televisiva a los hogares mexicanos, pero prohibiendo la posibilidad de tenerlos informados, de lo que esta ocurriendo en la vida política del país. Todo esto es lo que trae consigo el gobierno de Calderón privilegiando la desinformación, es preferible tener a la gente ignorante, para que no piense por si misma y no pueda pedir cuentas. Pan y circo, sí…”Vivan las entupidas telenovelas, que enajenan a la gente, que dictan modas, maneras de hablar, que fomentan el consumismo; vivan los partidos de fútbol, que en los momentos más “oportunos” hacen campeón al equipo favorito de muchos mexicanos; viva los reallity show, etc.”. La CEPAL en su último informe nos dice que el 54% de personas en 17 países de América Latina confían en la TV. Y allí está del porque somos el país que somos, si no “pregúntele” a la TV. Quien perdió como siempre fue la sociedad mexicana.
“El espectáculo es la pesadilla de la sociedad moderna encadenada que no expresa finalmente más que su deseo de dormir.
El espectáculo es el guardián de este sueño”
Guy Debord
