He regresado a Jalisco: al partido político que me brindo la oportunidad de laboral, en el campo de estudio en que me titule: la política.
En el 2006 me invitaron a participar con motivo de las elecciones, estuve apoyando la candidatura de una "amiga" de mamá. Fui representante de partido en la Comisión Distrital 8, después "renuncie" pues iba en formula como suplente en el distrito 7 federal. Durante todo ese año solo recibí el pago a mis servicios la cantidad de $200 pesos. Después me entere que a los que eramos representantes, se nos daba un apoyo, el cual nunca llego a mis manos. Obvio, tenia otro(s) trabajos para poder solventar mis gastos. Muchas fueron las criticas que recibí por estar en ese partido tan "chafa", la presión que recaía sobre mi era demasiada. Deje de ir al partido, para dedicarme de lleno a mi otro trabajo, el cual me exigía viajar fuera de la ciudad.
Pero aun me llegaban invitaciones del partido para ciertos eventos. Cada que podía asistía. Fue así, que cada vez eran más frecuentes mis visitas al partido, comencé a tener más presencia, me pedían opinión, etc. No paso mucho tiempo para que me ofrecieran trabajar como Coordinadora de Medios. El proyecto donde estaba trabajando se había terminado, así que, no tenia trabajo (para no variar). En ese proyecto me pagaban bien $10,000 al mes. Cuando me hablo JC a su oficina para darme la oportunidad de entrar a la nomina del partido me dijo cuanto era lo que el partido me podía pagar, que era muy poco, pero que era lo único... $1,700 a la quincena: acepte. Mmmmm Por mucho tiempo le "oculte" a mi familia cuando era lo que me pagaban, ¿por qué? Tal vez por vergüenza o que se yo. Cuando se enteraron por "casualidad" las criticas, los regaños y demás, no se dejaron escuchar: ¿Como era posible que teniendo licenciatura ganara tan poco?
Un año completo me mantuve con ese salario. Mi horario de trabajo ¿cuál horario? Solo tenia horario de entrada pero no de salida, por voluntad propia lo hacia. Si había trabajo, me quedaba apoyando, muchas veces hasta en la madrugada. ¿Por que lo hacia? Porque para mi es más que un trabajo. He logrado tejer lazos de amistad, que, como siempre lo he dicho, somos una gran familia: disfunsional "normal"; con muchos problemas y mal entendidos pero al fin y al cabo una familia.
Me ha costado mucho trabajo, estar en el lugar donde me encuentro: nada me ha sido regalado. En el partido he trabajado duro y he hecho de todo desde: barrer, capturar, hacerle de secretaria, coordinadora, columnista de periódico, etc. Todo por el mismo precio (jajajajajajaja). Cuando me invitaron a trabajar en el DF fue una manera de reconocer mi trabajo. Acepte irme, era un reto personal más que laboral. El personal tal vez no lo logre; pero el laboral: si...
La lección más importante que he aprendido dentro del partido es: Enseñarme a mandar obedeciendo. Nunca, nunca, nunca, me ha gustado mandar a la gente. No me ha gustado, decirle a la gente lo que tiene que hacer. Cuando me enviaron a trabajar a Nayarit, tenia a dos compañeros (mucho muy estimados por Mi, gracias por todo, los quiero) siempre hablaba con ellos y les decía de la innecesidad, de tener que decirle que hacer a la gente, cuando ya cada quien sabe lo que tiene que hacer.
Hoy que he regresado a Jalisco, me encuentro con un partido desencajado, un partido que es visto como un "trabajito"...me da tristeza ver como poco a poco se pierden, en el mar de la apatía del poco o nulo compromiso por el partido; por lo poco que nos queda como partido. Me da tristeza ver como es necesario tener que decir(les) lo que se tienen que hacer y aun peor, lo que no se tiene que hacer. Muchas veces se me ha criticado por hacer cosas de más, no me gusta estar sin hacer nada, siempre me ha gustado ayudar, apoyar; me lo pidan o no.
A veces pienso que si cada quien, tuviera claro sus funciones dentro de un partido, empresa etc., no habría la necesidad de tener que aguantar supervisores o jefes de departamentos que te estén vigilando; que te estén dando lata. Pero veo, que el mismo ser humano genera esa necesidad de que estén detrás, que estén hostigandolo para que hagan su trabajo.
Cada vez me convenzo más de la ideología anarquista: la autoregulación.
