miércoles, 1 de octubre de 2008

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"... Y se despertó un buen día. Un día, en el que no estaba preparada para abrir sus ojos a la realidad. Tal vez se negaba así misma la realidad, para evitar el asco por la humanidad.
Y los abrió. Y allí estaba todo. Las mascaras de pronto cayeron ante ella. Allí estaba la podredumbre humana. Su peor error fue haber querido cambiar una mentira que ella había creado a su alrededor. La mentira estaba en todo lugar, la mentira y la hipocresía la rodeaba a donde iba, la hipocresía le habla al odio palabras 'dulces', que al final, fueron más amargas que el ajenjo. La farsa, fue descubierta por ella un día en el que no estaba o no quería estar preparada.
La realidad de ella no era la de los otros. Los otros, no tienen realidad, pues se mueven por y para su mentira. Enarbolando causas: ficticias, falaces, estúpidas; están allí tratando de llevar acabo una impositiva y 'democrática' decisión de lo alto; si de allá arriba.
Su único error fue haber despertado a la realidad de los otros; a la negación que ella misma había creado de los otros.
El asco, se hizo presente al despertar del sueño. El asco la rodea, no puede huir de él. El asco que la envuelve por el ser humano: que engaña, que miente, que odia, que se levanta ante todo y ante todos con una (estúpida y mal oliente) verdad absoluta, el asco por aquellos que muchas veces ella les brindo su hombro y que después corrieron a los brazos de la 'traición', fue lo que hizo de ella lo hoy es: nada.
Hoy ha decido no ser más ella. Hoy calla. Aprendió que la vida es así. Aprendió a ser una más de ellos. Hoy el asco no lo puede dejar de sentir en su ser. El asco esta allí..."