jueves, 8 de febrero de 2007

Agenda Legislativa

Son muchos y variados los temas rezagados que se encuentran en la agenda legislativa (seguridad, medio ambiente, etc.). La productividad de la pasada legislatura (LVII) fue en decremento, la COPARMEX hace referencia a ello, en una evaluación entre 2004 y 2005. De un año al otro hubo una baja del 40% en el trabajo legislativo, por ejemplo acuerdos presentados en el 2004 fueron 570 y en el 2005 tan solo 343; iniciativas de ley 23 y 51 respectivamente. Los resultados nos dicen que los diputados trabajan poco y ganan mucho. La solución no es el hacer leyes a diestra y siniestra, si no ver la aplicabilidad y la viabilidad de las mismas, en beneficio de la sociedad.
Lo primordial en la agenda legislativa que tendrían que ponderar los diputados es, trabajar.
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Max Weber en su libro del “Político y el científico”, nos hace referencia a dos tipos de éticas: la de convicción y la de responsabilidad.

La ética de convicción: expresa la defensa inflexible e incondicional de valores y principios absolutos (sea pues, ideologías, religiosas, partidarias, etc.).
La ética de responsabilidad: exige una dosis importante de flexibilidad y de tolerancia para alcanzar posiciones de consenso democrático.
La falta de responsabilidad, conduce a disfrutar el poder por el poder, sin tener una finalidad objetiva y hace que los políticos vayan tras apariencias deslumbrantes.

Cuando el político responde a la ética de responsabilidad, tiene que asumir una vigilancia sobre sus actos y sobre todo sus consecuencias. Hay pues una rendición de cuentas constante, ante el soberano.
Pero de que nos sirve que vengan y nos digan por medio del ITEI, o por medio de noticias, que se autoasignaron bonos, la baja productividad en cada periodo, sus viajes hechos al extranjero; tendríamos pues que implementar “incentivos”. Los legisladores se despreocupan en realizar su trabajo, pues no son premiados ni castigados por los votantes. Y hay algo muy cierto, y es que los diputados, buscan el clientelismo por parte de un grupo reducido de partidiarios, con el fin de buscar otro puesto en alguna administración posterior (pero no solo los diputados, se da en los tres ordenes de gobierno, en general).

La pérdida del camino ético de la política no es más que el reflejo de una sociedad que también lo ha perdido. Los hombres de la política forman parte de la sociedad a la cual representan y dirigen.