Exigen a la UdeG transparentar presupuestoAntes de pedir más, la Universidad debe mostrar qué hace con dinero que recibe, dicen.
Antes de buscar más dinero, vía presupuesto o cuotas, la Universidad de Guadalajara debe mostrar claridad en el destino de cada uno de los recursos que maneja, indicaron representantes del Consejo Universitario Democrático, que ayer presentó un oficio al respecto ante la Unidad de Transparencia de la UdeG.En el documento presentado apuntan que el manejo de algunos ingresos de la UdeG presenta anomalías: las ganancias del teatro Diana, la renta del Foro Alterno, las actividades realizadas en la calle 2, incluido Zapo¡pum!; las aportaciones voluntarias de estudiantes, colegiaturas, matrícula, credenciales, exámenes extraordinarios, cuotas de alumnos de intercambio, así como en el presupuesto recibido por parte del estado y de la Federación.En este punto, el consejo reiteró su disconformidad con la propuesta del rector electo Carlos Torres Briseño, en cuanto a ajustar, y en el caso de los de mayores ingresos elevar, las cuotas de recuperación para los alumnos de educación superior. Asegura que los fondos con los que cuenta la casa de estudios son cuantiosos, sólo que “su distribución no es equitativa”, y coinciden con la premisa de ley: la educación pública debe ser gratuita.Uno de los siete secretarios del consejo, Jaime González Álvarez, manifestó que la democracia fue un valor inexistente durante la elección del nuevo rector, donde “la comunidad universitaria no tuvo de otra”. Las inconformidades de académicos y administrativos con el proceso electoral para la rectoría general incitaron a la creación de este grupo de protesta apenas hace dos meses, justo cuando comenzó la polémica en torno a quién ocuparía ese puesto.“Briseño fue electo por una planilla única y es avalado por la familia Padilla, que tiene el control sobre la Universidad desde hace más de diez años, a pesar de que muchos núcleos universitarios de docentes, administrativos y sindicados no se sienten representados”.González Álvarez señaló que, con el objetivo de asegurar la legalidad y transparencia en la siguiente rectoría, están preparados para todo, “hasta para un golpe de Estado”.Al acto convocaron al futuro rector para recibir un premio consistente en un muñeco de cartón que representa el juego que, para el consejo, la misma Universidad hace con sus funcionarios. Sin embargo, éste no fue presentado al público pues esperarán una “mejor ocasión”, o quizá la presencia del titular que, esta vez, no atendió la invitación al debate.
Guadalajara/Michelle López
Antes de buscar más dinero, vía presupuesto o cuotas, la Universidad de Guadalajara debe mostrar claridad en el destino de cada uno de los recursos que maneja, indicaron representantes del Consejo Universitario Democrático, que ayer presentó un oficio al respecto ante la Unidad de Transparencia de la UdeG.En el documento presentado apuntan que el manejo de algunos ingresos de la UdeG presenta anomalías: las ganancias del teatro Diana, la renta del Foro Alterno, las actividades realizadas en la calle 2, incluido Zapo¡pum!; las aportaciones voluntarias de estudiantes, colegiaturas, matrícula, credenciales, exámenes extraordinarios, cuotas de alumnos de intercambio, así como en el presupuesto recibido por parte del estado y de la Federación.En este punto, el consejo reiteró su disconformidad con la propuesta del rector electo Carlos Torres Briseño, en cuanto a ajustar, y en el caso de los de mayores ingresos elevar, las cuotas de recuperación para los alumnos de educación superior. Asegura que los fondos con los que cuenta la casa de estudios son cuantiosos, sólo que “su distribución no es equitativa”, y coinciden con la premisa de ley: la educación pública debe ser gratuita.Uno de los siete secretarios del consejo, Jaime González Álvarez, manifestó que la democracia fue un valor inexistente durante la elección del nuevo rector, donde “la comunidad universitaria no tuvo de otra”. Las inconformidades de académicos y administrativos con el proceso electoral para la rectoría general incitaron a la creación de este grupo de protesta apenas hace dos meses, justo cuando comenzó la polémica en torno a quién ocuparía ese puesto.“Briseño fue electo por una planilla única y es avalado por la familia Padilla, que tiene el control sobre la Universidad desde hace más de diez años, a pesar de que muchos núcleos universitarios de docentes, administrativos y sindicados no se sienten representados”.González Álvarez señaló que, con el objetivo de asegurar la legalidad y transparencia en la siguiente rectoría, están preparados para todo, “hasta para un golpe de Estado”.Al acto convocaron al futuro rector para recibir un premio consistente en un muñeco de cartón que representa el juego que, para el consejo, la misma Universidad hace con sus funcionarios. Sin embargo, éste no fue presentado al público pues esperarán una “mejor ocasión”, o quizá la presencia del titular que, esta vez, no atendió la invitación al debate.
Guadalajara/Michelle López
