También marca su territorio; si va a haber una ley, que sea pareja, reclaman los jóvenes
Ese diputado pintó todas las bardas con su nombre, increpan grafiteros
A falta de unidades deportivas y recreativas acuden a las pintas para comunicar sus inquietudes
CECILIA DURAN
“¡Tú que robas a la sociedad!, ¿quién eres?”. e_SDLq¡Sal y da la cara!”, “¡gua!”, gua, gua!”, el estruendo de las frases, repetidas a coro, se escuchó en los pasillos del interior del edificio del Congreso del Estado. Eran el Felipe, el Cano, el Primo, Nacami, Gero, Bogue, y el Pschyco, jóvenes de entre 14 y 17 años de edad, quienes llegaron al recinto legislativo armados con mantas y cartelones para retar al diputado del PAN Gustavo González Hernández. La ofensa fue haberles equiparado al nivel de perros que marcan su territorio con sus propios orines, por su afición al grafiti.
No eran más de 20, sin embargo los policías estatales que custodian el inmueble cerraron las puertas temiendo la aparición de una manifestación mayor, lo cual no obstó para que los chamacos se apostaran en la acera de enfrente y desde ahí continuaran sus protestas.
El Cano exigía la salida del diputado para darse unos “trompos” con él, en tanto sus compañeros repartían volantes a peatones y automovilistas que pasaban por el lugar, dos ciclo policías se acercaron para pedirles que desataran las mantas que habían amarrado a unos mástiles, y un elemento de seguridad del gobierno estatal preguntó de manera impaciente cuánto tiempo duraría la manifestación; sus ojos evidenciaban un desagrado por el aspecto sucio de los pequeños protestantes.
Originarios de la colonia Miramar, cercana al Tutelar de Menores, los jóvenes mencionaron que el grafiti se ha convertido en la principal actividad para matar el tiempo y comunicar sus emociones, a falta de unidades deportivas y espacios recreativos. “Allá no llega ningún diputado”, se lamentó el Primo.
